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Reflexión por Santiago Zafra

Existía un orden antes que nosotros. Un planeta completamente autosostenible que cuando llegamos nosotros, dejó de serlo.

¿Por qué? 

Nosotros también venimos de esta tierra, y durante miles de años, el planeta nos daba todo lo que necesitásemos. Ya no porque consumimos más de lo que necesitamos. Y eso pasa porque carecemos de autoconocimiento. No sabemos qué es lo que necesitamos y a su vez, afuera siempre nos lo dicen todo el tiempo, en la televisión, en la forma en la que nos educan, en el capitalismo, en tentarte con cosas que crees que quieres pero que una vez tengas, ya vas a querer otras.

Para ellos es fundamental que no tomes tiempo de mirar dentro de ti y que busques siempre afuera aquello que crees que quieres.
De esta forma te mantienen consumiendo cada vez más y más, porque así es como se sostiene esta sociedad.

Entonces, tomémonos un momento por favor, en intentar entender el problema real de nuestro mundo, antes que hablar sobre cómo solucionar las distintas ramas que surgen de él.

¿Por qué siempre queremos más?

Porque como todo tiene un ciclo y observamos que nada dura para siempre, tenemos miedo de perder aquello que “tenemos” ya que sabemos que un día no estará.

Les hago una pregunta, ¿Es suya su vida? ¿Usted la hizo, o vino de alguien más? Si usted no hizo ni un solo pelo de su cabeza, ¿por qué considera que los pelos de su cabeza son suyos?

De verdad. Tómese un momento para pensarlo.

Su vida, su cuerpo, su mente, no son suyos, porque usted no los hizo, solo que se los regalaron a usted.

Si a usted le regalaron la vida, le regalaron un cuerpo y una mente, usted no puede ser el creador de su vida, o de su cuerpo, o de su mente.

Para que una parte pueda dar, una tiene que recibir.

Si de un lado existe el creador, del otro, existirá un receptor.

Entonces usted realmente es quien recibió una vida, un cuerpo y una mente, pero no es ninguno de ellos.

Y si el dador da y crea infinitamente, el receptor debe poder recibir infinitamente, si el no pudiera, el dador no podría dar infinitamente.

Si nosotros somos receptores, también debemos poder recibir de forma infinita, porque el creador lo hace de la misma forma.

En esta ocasión recibimos este cuerpo, este mundo, esta vida. Pero una vez cumpla su ciclo esto que nos fue dado se irá y recibiremos algo más.

El problema se origina en que como usted cree que es, su vida, su cuerpo y su mente, tiene miedo porque todo lo que ve tiene un ciclo que tiene un principio y un final.
Pero usted como tal no, usted es quién lo recibió, dése cuenta.

Es algo así como que lo que usted cree que es, es un disfraz que está puesto sobre lo que usted realmente es, producto de la identificación con su cuerpo, su mente y sus pensamientos.

Pero usted no es ninguno de ellos, usted es el vacío infinito sobre el que se forman su cuerpo, su mente y sus pensamientos.

Piense esto:

Si su mente es suya, ¿Por qué nos arrepentimos de algunos pensamientos, como los que genera el odio?

Eso pasa porque el trabajo de su mente es generar pensamientos de supervivencia, pero usted como tal no pensó, usted vió lo que su mente pensó.

Asi mismo será cuando llegue la muerte, usted no morirá, usted verá como su cuerpo muere.

Este proceso, de desapegarse de todo deseo porque realmente no tienen sentido (ya que todo siempre cambia), hace que podamos percibir la realidad como es y más aún, que vivamos sin miedo, ya que no hay nada que perder, porque no nos pertenece nada de lo que tenemos.

Piense en la Biblia:

Cuando Adán y Eva comieron del Arbol de la Inteligencia, fueron expulsados del Edén.

La inteligencia, es decir la mente que interpreta. (No lo lleve más allá, la verdad es simple).

Esto es decir, que cuando se “comieron” sus pensamientos sobre la realidad, se alejaron de la vida eterna, del Edén.

Ahora, que entendemos el problema real, veamos porqué atenderlo solucionaría todos los problemas que vinieron con nosotros.

Si supiéramos quiénes somos en realidad, solo tendriamos aquello que necesitamos, nada de más.
(No habría obesidad, dictaduras, corrupción, etc).

Si consumiéramos solo lo que necesitamos, nadie querría tener más que nadie más y entonces el planeta no estaría desbalanceado, como lo está hoy.

Pero veamos el planeta, todo el mundo se identifica con sus pensamientos, los bombardeamos de redes sociales, noticias llenas de problemas, chismes, moda, religiones, equipos de fútbol, mujeres, vicios, política. Pero JAMÁS invitamos a la pausa y a espacios de autoconocimiento.

Y me van a decir que si yo me di cuenta de esto, y sé que todos podemos darnos cuenta de esto, alguien, hace tiempo, ¿no se dió cuenta también?

Si todos nos despertamos las empresas que viven del consumo desmedido, se van a quebrar, el balance político del mundo, se va a quebrar, el tiempo viendo marketing y redes sociales se va a disminuir, las enfermedades creadas a partir del miedo y del estrés (que son más del 50% de las enfermedades) cesarían y las farmacéuticas que curan esas enfermedades van a perder gran parte de sus ingresos, la vida en torno a trabajar para ganar dinero con el que pagar deudas dejará de existir porque nadie, consumiría más de lo justo.

Entonces escribo esto, directo y sin tapujos, para despertarme a mi y a la mayor cantidad de personas que estemos abiertas a entender que el mayor cambio que podemos hacer, parte de cambiar nosotros mismos.

Le planteo la siguiente reflexión:

Observe los problemas que tenga, los de sus amigos, o en su trabajo, o en la calle, cualquiera, y dígame en qué casos la causa primordial no es el ego de los involucrados.

Feliz día, reflejo.

Escrito por Santiago, Colombia

 

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